SANDRA GRAU

Soy psicóloga y madre de dos adolescentes. Actualmente trabajo como orientadora educativa en un instituto.

Me encantan los retos, aprender cosas nuevas, los libros de psicología, caminar, estar con mis hijos y rodearme de personas que aportan y nutren. Necesito respirar aire puro, escuchar el mar y sentir el sol. Estoy enamorada de mi familia, a ellos les debo quién soy y cómo soy. Podría explicar muchas otras cosas que suman y complementan el todo, pero ya las iréis descubriendo...

Mi trayectoria académica

Cuando finalicé la licenciatura en Psicología realicé un postgrado en Intervención sistémica en contextos no clínicos y posteriormente un máster de dos años de especialización en Psiquiatría y Psicología Clínica Infantojuvenil en la HUMI de Vall de Hebrón, aquí es donde empecé a hacer evaluaciones psicopedagógicas. He cursado formación específica en el ámbito educativo sobre educación emocional, mediación, trastornos del aprendizaje y metodologías activas, entre otros temas. De la formación más reciente destacaría un máster en Acompañamiento sistémico con muñecos y en trauma de niño interior; así como dos cursos reconocidos por Continuing Coaching Education, uno de coaching infantojuvenil y el otro de educación emocional desde una mirada integrativa.

Mi trayectoria profesional

Al finalizar la licenciatura en Psicología, mi primer trabajo fue como orientadora. Dinamizaba grupos de personas con riesgo de exclusión en situación de paro, trabajaba la motivación y los recursos implícitos para encontrar trabajo. Años después empecé como psicóloga en un centro de atención precoz y desde el 2006 trabajo en el Departament d’Educació. Actualmente ocupo una plaza de orientadora educativa de centro. He tenido la suerte de haber estado también en un SIEI (Soporte intensivo de escolarización inclusiva) y en el EAP (Equipo de asesoramiento psicopedagógico).

La formación académica y la práctica profesional me permitieron obtener la capacitación sanitaria.

Mi propósito

Estudié Psicología con un propósito claro, sabía que tanto los niños como los adolescentes a veces se comunican utilizando lenguajes alternativos a las palabras. Eso no siempre lo entienden las personas que están a su alrededor. Quería ayudar a crear bienestar porque un niño que se acompaña emocionalmente, no será un futuro adulto con heridas. Con el tiempo me he dado cuenta que para llegar a un niño, la clave está en acompañar a su familia y al profesorado que forman parte de su vida. Es importante que los adultos seamos capaces de salir de la mirada proyectiva, dejemos las estructuras victimistas y asumamos los propios retos de crecimiento personal para poder atender las necesidades de nuestros pequeños.

El instituto es una oportunidad constante para poder acompañar a los adolescentes, sus familias y al profesorado.

Éste es el para qué de la formación que se ofrece en

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