La orientación en la ESO

19/06/2022

A menudo percibimos el proceso de orientación como el conjunto de actividades que se hacen en cuarto de la ESO para ayudar al alumnado a escoger entre CICLOS o BACHILLERATO. Tú también crees que eso es orientación?

Se acaba el curso y prácticamente todo el alumnado de cuarto de la ESO iniciará una nueva etapa el curso que viene. Este cambio se vive de diferente manera en función de la casuística personal de cada alumno o alumna, de sus propios recursos, de las expectativas de sus familias y del proceso de orientación que hayan hecho. 

El proceso de orientación tendría que abarcar un concepto amplio de descubrimiento de los talentos del alumnado y de sus habilidades personales. Se tendría que vivir el proceso de  elección de qué hacer el próximo curso como un proceso flexible. La elección puede cambiar sin que suponga la percepción que el alumno o la alumna se ha equivocado, que ha perdido un año o que ha fracasado. El proceso de orientación es un proceso cambiante y evolutivo a lo largo de la vida. 

Los alumnos hacen su primera elección al finalizar la etapa de la ESO, eligen por dónde comenzar su camino académico y profesional. No cal explicitar a dónde quieren llegar, simplemente escogen el inicio. El alumnado que tiene claro dónde acabará el proceso académico, también tiene que descubrir qué talentos tienen y en qué ámbitos, oficios o profesiones estos talentos son necesarios. Esto posibilita que si la primera opción no sale como esperan, tienen otras alternativas. En el proceso descubren lo que les gusta y el camino a seguir. 

Es importante romper con las creencias limitantes que obstaculizan los objetivos que el alumnado se va marcando y a la vez obstruyen la posibilidad de permitirse hacer más cosas de las que imaginan que pueden hacer. 

 

Es por eso que el proceso de orientación tendría que implicar:

  • Percibirlo como un proceso que no sólo se centra en un curso académico.
  • Poner el focus en el inicio del camino..
  • Conectar al alumno o alumna con su elemento o talento. Identificar que se le da bien y en qué brilla.
  • Entender que los talentos se pueden ampliar, enriquecer y trabajar. Hay que estar abierto a nuevos contextos para poder descubrir nuevas habilidades que el alumno o  la alumna desconoce que posee.
  • Transitar el camino académico que se escoge como una oportunidad para descubrir lo que le gusta y lo que no. 
  • Decidir y escoger. Los consejos que les vamos a dar hablan de la nuestra vida, no de la suya. Los adultos tenemos que escuchar y acompañar, él o ella encontrará la respuesta.
  • Tienen que escuchar sus emociones y atenderlas. Estas les están comunicando qué les angustia, cuáles son sus miedos y qué pensamientos hay detrás. Muchos de estos pensamientos no son reales, son creencias.
  • No tendríamos que decirles a los alumnos que profesión es la ideal para cada uno. Las decisiones tienen que ser suyas, si no saben qué hacer, están escogiendo que otros decidan por ellos. Si lo hacemos, fomentamos la idea que lo que deciden no es válido o se puede mejorar.
  • No hace falta que visualicen de qué trabajarán de grandes. Como ya hemos dicho, simplemente deciden por dónde comienza el camino, que le atrae o qué ámbito le atrae.
  • No podemos verbalizar que la elección de lo que hará después de la ESO es la decisión más importante que tomará nunca o que condiciona su futuro. No es así, si lo que escoge en primera opción no le gusta, ha descubierto a qué no dedicarse.
  • El alumnado vive con mucha frustración verbalizaciones en las que se le ubica en estudios de ciclos. Si explicamos qué implica cada opción, qué competencias se requieren en ciclos y cuáles en batxillerat, él o ella ya se decantará por la opción que crea que le puede ir mejor. Haciéndolo así, no viviría la agresión de sentir, por ejemplo, que no tiene capacidad para hacer bachillerato. 
  • Los alumnos con resultados académicos tienen competencias para hacer lo que ellos quieran. Aconsejar que hagan bachillerato es no escucharles ni verlos en su globalidad.
  • Y por último, no nos podemos olvidar de las familias. Las ideas o creencias limitantes de nuestros alumnos se acostumbran a gestar en el núcleo familiar. Escuchar lo que piensan los padres y ofrecer un espacio de acompañamiento grupal ayudará a que nuestro alumnado pueda escoger qué hacer con la libertad de descubrir que les apasiona y en qué pueden brillar sin tener que satisfacer las expectativas familiares ni vivir como un error el cambio.

Para dejar constancia de la reflexión personal implícita en el proceso de orientación del alumnado, os comparto esta imagen. La podéis utilizar como un folleto, por detrás se puede anotar la información relevante de bachillerato y de ciclos de tu ciudad o cualquier otra cosa que creas conveniente. Creo que puede ser una ayuda en el proceso de toma de decisiones, es una radiografía personal de los aspectos de orientación más importantes. El folleto es el documento resumen del proyecto de orientación: “Escoge la película que quieres vivir”. 

Si lo utilizas ya me dirás cómo te ha ido ; )